¿Quién dijo que se necesitan papeles para implantar una ISO?
¿Cuántas veces no has pensado que certificar una ISO es incrementar tu burocracia?¿ O que para implantarla vas a tener que hacer mil papeles “que no van a ningún sitio”? En este artículo vamos a desmentir este mito.
Para poder desarmar este mito, es necesario conocer qué es una ISO y cuál es su fin. Una norma ISO es un compendio de buenas prácticas orientadas a ordenar y mejorar la gestión en una empresa. Estas normas redactadas por comités técnicos, se han convertido en estándares a nivel mundial.
Si comprendemos el párrafo anterior, ya podemos intuir que trabajar bajo el paraguas de una norma ISO no debería incrementar la burocracia que tiene nuestra actual corporación.
¿Y qué pasa con los papeles? Si bien es cierto que en el pasado muchos implantadores recurrieron al uso de plantillas y documentos seriados, las actuales normas no exigen que se realice ninguno de estos puntos. Actualmente estas nos indican que debemos tener un registro y seguimiento fehaciente de las acciones que vamos realizando para cumplir los diferentes puntos.
Por tanto, y dentro de las posibilidades que nos da la norma, podemos trabajar los registros de la forma que más se acomode a nuestra empresa y siempre que podamos asegurar estos. Una buena alternativa para esta problemática es combinar herramientas informáticas como pueden ser los softwares que solventan problemáticas en la gestión de tareas, gestión documental o gestión de procesos integrados con nuestro ERP. En el mercado podemos encontrar infinidad de soluciones para solventar estos problemas de forma aislada o, lo más interesante, en conjunto.
Ahora que hemos desmontado estos dos mitos, ¿Que te impide implantar tu ISO de forma digitalizada?